Como extraviados en la vida,
Van los errantes caminadores en esta selva de concreto.
Sin un atisbo de humanidad… han perdido los sueños,
En sus facciones se
dibuja el pesar….
Sin emociones que representan la falta de sueños.
Se aglomeran como manadas, automatizadas por el vaivén de la
vida.
Se tropiezan unos con otros, nadie dice nada.
Nadie se queja, nadie se disculpa.
Ya no hay sonrisas ni recuerdos…
Me detengo entre la multitud aglutinada y espero.
Me remonto a la historia de Herman Hesse con su Lobo
Estepario,
Sólo yo sonrío y evito la negación de los recuerdos,
Es una multitud de lobos de estepa, solitarios en su
devenir.
Con el quejido ahogado del dolor de la gota que revienta en
sus huesos.
Con el quejido ahogado de la soledad que los inquieta.
Nadie dice nada, nadie pregunta, nadie se atreve.
Buscan las puertas imaginarias que los lleven a puertos de
tranquilidad,
Esa que nadie encuentra, buscan afuera lo que está por
dentro.
Sólo el corazón sabe de corazones y sólo el alma conoce de
almas,
Sólo lo humano sabe de humanidad.
Misaida Córdova.
En el camino por la vida, toma un tiempo, debemos detener nuestro andar errante...mirar las caras de las personas, observar....
Entender el carácter humano, es darle un valor al hombre o la mujer, como ser vivo distinto de las otras especies. Aunque soy defensora del reino animal y vegetal, por su condición de ser parte de la vida y por lo tanto merecen respeto, somos diferentes y eso es innegable.
La palabra Humanidad tiene su origen en un vocablo latino relacionado con lo "Humano", también se define como el conjunto de humanos que habitan el planeta.
Pero lo humano, es más que eso, en muchas ocasiones asociamos la palabra humanidad a los sentimientos de bondad, piedad y compasión. Valores inherentes al ser humano....
Con el pasar de los años la evolución humana nos ha llevado a distinguirnos de las otras especies del reino animal por tener características, físicas como el caminar erguido, nuestro cerebro es mucho mas grande y posee un pensamiento lógico que nos hace crear cultura, educación, historia....
Pero que pasa en nuestros días. Vemos con preocupación como en el proceso evolutivo estamos entrando en la decadencia humana, es como si el mundo hubiera llegado a su fin y en vez de ir hacia adelante involucionamos en un espiral metafórico de desilusión y desesperanza. Culpamos al sistema, culpamos a la familia, culpamos a la sociedad. Nadie se detiene a escuchar y menos a preguntar. Entonces retrocedemos en el tiempo, donde como manadas de animales nos destrozamos por el alimento, por banalidades como el cabello, unos zapatos, por cualquier cosa....Hemos desgarrado nuestras vestiduras para ser parte de una raza inferior a los mas diminutos seres, que hacen lo posible por sobrevivir; ya no sobrevivimos a nuestra existencia, sino que subsistimos en este planeta donde se ha acabado el valor humano...Pretendemos en nuestra ignorancia, confundir las emociones con debilidades, la palabra con la fuerza, el poder con la humillación de nuestros semejantes.
"Como es arriba, es abajo", así nos enseña la Biblia. Pero hemos perdido la brújula que nos guiaba, sólo la desesperanza nos mueve en un mundo extraño, que mira impasible la autodestrucción del hombre. Estamos lejos de ese concepto. La mente es nuestro "arriba", el cuerpo es "abajo". La mente, el cerebro que nos hace humanos y diferentes es un caos en la monotonía del diario convivir.
Detenerse y mirar con bondad en el corazón a nuestra familia, a nuestros hijos, padres, hermanos, vecinos, compañeros, a quienes nos rodean; eso nos dará una imagen de como se sienten, de lo que transmiten sus rostros, sus emociones y sentimientos. Entonces ahí comenzaremos a retomar el valor de ser parte de la humanidad.
